Fundar 1029 Resultados para: David y Absalón

  • jamás rechazaré a la descendencia de Jacob y de David, mi siervo, ni dejaré de tomar de sus descendientes príncipes que gobiernen la posteridad de Abrahán, de Isaac y de Jacob. Pues voy a cambiar su suerte y a tener piedad de ellos. (Jeremías 33, 26)

  • Por ello, esto dice el Señor contra Joaquín, rey de Judá: No tendrá ya quien se siente sobre el trono de David, y su cadáver será arrojado al calor del día y al frío de la noche. (Jeremías 36, 30)

  • Yo les suscitaré un pastor que las apaciente, mi siervo David. Él las conducirá al pasto y será su pastor. (Ezequiel 34, 23)

  • Yo, el Señor, seré su Dios, y mi siervo David será príncipe en medio de ellos: Yo, el Señor, he hablado. (Ezequiel 34, 24)

  • Reinará sobre ellos mi siervo David. Todos ellos tendrán un solo pastor y caminarán por la senda de mis mandamientos, guardando mis leyes y poniéndolas en práctica. (Ezequiel 37, 24)

  • Habitarán la tierra que yo di a mi siervo Jacob, donde habitaron vuestros padres. Allí habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos siempre. David, mi siervo, será su príncipe eternamente. (Ezequiel 37, 25)

  • Después los israelitas volverán a buscar al Señor, su Dios, y a David, su rey, y acudirán con temor al Señor y a sus bienes en el tiempo futuro. (Oseas 3, 5)

  • Los que cantan a gritos al son del arpa y se inventan, como David, instrumentos de música; (Amós 6, 5)

  • En aquel día levantaré la choza caída de David, repararé sus brechas, reedificaré sus ruinas y la reconstruiré como en otros tiempos, (Amós 9, 11)

  • En aquel día el Señor protegerá en primer lugar todas las tiendas de Judá para que no supere el esplendor de la casa de David, y la gloria de los habitantes de Jerusalén a la de Judá. (Zacarías 12, 7)

  • En aquel día el Señor manifestará su protección a los habitantes de Jerusalén, y ocurrirá que los que se tambalean de entre ellos serán como David, y la casa de David será como Dios, como un ángel del Señor a su vista. (Zacarías 12, 8)

  • Pero entonces infundiré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de buena voluntad y de súplica. Volverán sus ojos hacia el que traspasaron con la espada y harán luto por él como por un hijo único. Y llorarán por Jerusalén como se llora por el primogénito. (Zacarías 12, 10)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina