Fundar 20 Resultados para: Bella

  • La joven era muy bella y virgen; ningún varón la había tocado. Bajó a la fuente, llenó el cántaro e iba ya a subir, (Génesis 24, 16)

  • Las gentes del lugar le preguntaban si Rebeca era su mujer, y él respondía que era su hermana, pues tenía miedo de decir que era su mujer; porque como Rebeca era muy bella, pensaba que aquellos hombres podían matarle. (Génesis 26, 7)

  • Una tarde, después de la siesta, David, paseando por la terraza del palacio, vio a una mujer que estaba bañándose. La mujer era muy bella. (II Samuel 11, 2)

  • Absalón, hijo de David, tenía una hermana que era muy bella. Se llamaba Tamar. Amnón, hijo de David, se enamoró de ella. (II Samuel 13, 1)

  • Absalón tuvo tres hijos y una hija, que se llamaba Tamar, y era muy bella. (II Samuel 14, 27)

  • Era muy bella y de aspecto encantador. Su marido, Manasés, le había dejado muchas riquezas, criados y criadas, ganados y campos, y ella los administraba. (Judit 8, 7)

  • Se calzó las sandalias, se cubrió de collares, ajorcas, anillos, pendientes, de todas sus joyas. Tan bella estaba, que atraería las miradas de cuantos hombres se encontrase. (Judit 10, 4)

  • Judit le respondía: "Con mucho gusto bebo, señor, porque jamás me ha parecido la vida tan bella como hoy". (Judit 12, 18)

  • Había criado a una cierta Hedisa, es decir, Ester, hija de un tío suyo, huérfana de padre y madre. Era muy bella y hermosa, y a la muerte de sus padres, Mardoqueo la había tomado como hija suya. (Ester 2, 7)

  • Iba ella sonrosada, bella y atrayente, pero dentro le latía aceleradamente el corazón. (Ester 15, 8)

  • Anillo de oro en jeta de puerco, tal es la mujer bella pero sin seso. (Proverbios 11, 22)

  • Coro: Si no lo sabes, tú, la más bella de las mujeres, sigue el rastro de las ovejas y lleva a pastar tus cabritos junto a las chozas de los pastores. (Cantar 1, 8)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina