Fundar 327 Resultados para: 2 Reyes 14

  • Respondió: "Sí". Cuando entró en casa, se anticipó Jesús diciéndole: "¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los impuestos? ¿De sus hijos o de los extraños?". (Mateo 17, 25)

  • "Mirad por vosotros mismos. Os entregarán a los tribunales, os torturarán en las sinagogas y compareceréis ante los gobernadores y los reyes por causa mía; daréis testimonio entre ellos. (Marcos 13, 9)

  • ¿Qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido lujosamente? Los que visten lujosamente y viven con regalo están en los palacios de los reyes. (Lucas 7, 25)

  • Os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis y no lo vieron, y oír lo que vosotros oís y no lo oyeron". (Lucas 10, 24)

  • Pero antes de todo esto, os echarán mano, os perseguirán, os llevarán a las sinagogas y a las cárceles y os harán comparecer ante los reyes y los gobernadores por causa mía. (Lucas 21, 12)

  • Él les dijo: "Los reyes de las naciones las tiranizan y sus príncipes reciben el nombre de bienhechores. (Lucas 22, 25)

  • Se levantan los reyes de la tierra y los príncipes conspiran a una contra el Señor y su mesías. (Hechos 4, 26)

  • El Señor le dijo: "Anda, que éste es un instrumento que he elegido yo para llevar mi nombre a los paganos, a los reyes y a los israelitas. (Hechos 9, 15)

  • por los reyes y por todos los que gozan de poder, a fin de que podamos disfrutar de una vida pacífica y tranquila con toda piedad y honestidad. (I Timoteo 2, 2)

  • manifestación que, a su debido tiempo, llevará a cabo el bienaventurado y único Soberano, Rey de reyes y Señor de los señores, (I Timoteo 6, 15)

  • En efecto, este Melquisedec, rey de Salén, sacerdote del Dios altísimo, que salió al encuentro de Abrahán cuando éste volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, (Hebreos 7, 1)

  • y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos y el rey de los reyes de la tierra. A aquel que nos ama y nos ha lavado de nuestros pecados con su propia sangre, (Apocalipsis 1, 5)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina