Fundar 96 Resultados para: última voluntad

  • La gloria de esta casa última será mayor que la de la primera, dice el Señor todopoderoso; y en este lugar daré la paz, dice el Señor todopoderoso". (Ageo 2, 9)

  • Pero entonces infundiré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de buena voluntad y de súplica. Volverán sus ojos hacia el que traspasaron con la espada y harán luto por él como por un hijo único. Y llorarán por Jerusalén como se llora por el primogénito. (Zacarías 12, 10)

  • venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. (Mateo 6, 10)

  • "No todo el que me dice: ¡Señor! ¡Señor!, entrará en el reino de Dios, sino el que hace la voluntad de mi Padre celestial. (Mateo 7, 21)

  • Porque el que hace la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre". (Mateo 12, 50)

  • ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?". Le contestaron: "El primero". Jesús dijo: "Os aseguro que los publicanos y las prostitutas entrarán en el reino de Dios antes que vosotros. (Mateo 21, 31)

  • De nuevo, por segunda vez, se fue a orar, diciendo: "Padre mío, si no es posible que este cáliz pase sin que yo lo beba, hágase tu voluntad". (Mateo 26, 42)

  • Porque el que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre". (Marcos 3, 35)

  • diciendo: "Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya". (Lucas 22, 42)

  • Jesús les dijo: "Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y completar su obra. (Juan 4, 34)

  • Yo no puedo hacer nada por mí mismo. Yo juzgo como me ordena el Padre, y mi juicio es justo porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. (Juan 5, 30)

  • pues he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. (Juan 6, 38)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina