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  • Cada vez que Moisés se dirigía a la tienda, todo el pueblo se levantaba y se quedaba de pie a la entrada de su tienda, siguiendo con la vista a Moisés hasta que éste entraba en la tienda. (Exodo 33, 8)

  • Cuando esté mi gloria al pasar, te meteré en la hendidura de la roca y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado. (Exodo 33, 22)

  • que conserva su fidelidad a mil generaciones y perdona la iniquidad, la infidelidad y el pecado, pero que nada deja impune, castigando la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y cuarta generación". (Exodo 34, 7)

  • No ofrecerás con pan fermentado la sangre de mi sacrificio, ni permanecerá hasta la mañana siguiente la víctima de la fiesta de la pascua. (Exodo 34, 25)

  • Cada vez que Moisés entraba en la presencia del Señor para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía y, una vez afuera, comunicaba a los israelitas todo lo que se le había ordenado. (Exodo 34, 34)

  • Los israelitas dirigían su mirada a la cara de Moisés y veían su piel radiante. Y Moisés volvía a poner el velo en su cara hasta que entraba de nuevo a hablar con el Señor. (Exodo 34, 35)

  • Éstos eran dobles de abajo arriba hasta el primer anillo. Así dos tablones para los ángulos. (Exodo 36, 29)

  • Le hizo, además, un enrejado de bronce en forma de red por debajo del reborde, desde abajo hasta la mitad del altar. (Exodo 38, 4)

  • Si la nube no se alzaba, no se ponían en marcha hasta que se alzase. (Exodo 40, 37)

  • "Da estas prescripciones a Aarón y a sus hijos: Éste será el ritual del holocausto: el holocausto arderá sobre el brasero del altar toda la noche hasta la mañana, para que el fuego lo consuma: (Levítico 6, 2)

  • Durante siete días no saldréis de la entrada de la tienda de la reunión hasta que se cumplan los días de vuestra consagración, que son siete. (Levítico 8, 33)

  • El solo contacto con los animales impuros os contaminará; el que toque sus cadáveres quedará impuro hasta la tarde; (Levítico 11, 24)


“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina