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  • Respondió: «Sí; he estado allá muchas veces y conozco al detalle todos los caminos. He ido a Media con frecuencia y he sido huésped de Gabael, nuestro hermano, el que vive en Ragués de Media. Hay dos jornadas de camino entre Ecbátana y Ragués, pues Ragués está en la montaña y Ecbátana en el llano.» (Tobías 5, 6)

  • El día que sepultes a tu madre junto a mí, ya ese mismo día, no te quedes en este territorio, porque he visto que se cometen aquí muchas injusticias y muchos engaños, sin rebozo. Mira, hijo lo que hizo Nadab con Ajikar, que le había criado. ¿No le hizo bajar vivo a la tierra? Pero Dios le cubrió de infamia ante su misma víctima. Sacó a Ajikar a la luz y metió a Nadab en las tinieblas eternas, por haber tramado la muerte de Ajikar. Por haber practicado la limosna se libró Ajikar de la trampa mortal que le había tendido Nadab. Fue Nadab quien cayó en la trampa de muerte para su perdición. (Tobías 14, 10)

  • Mira, pues, a los asirios que juntan muchas fuerzas, orgullosos de sus caballos y jinetes, engreídos por la fuerza de sus infantes, fiados en sus escudos y en sus lanzas, en sus arcos y en sus hondas, y no han reconocido que tú eres el Señor, quebrantador de guerras. (Judit 9, 7)

  • ¡He oído muchas cosas como ésas! ¡Consoladores funestos sois todos vosotros! (Job 16, 2)

  • Voz de Yahveh sobre las aguas; el Dios de gloria truena, ¡es Yahveh, sobre las muchas aguas! (Salmos 29, 3)

  • Por eso te suplica todo el que te ama en la hora de la angustia. Y aunque las muchas aguas se desborden, no le alcanzarán. (Salmos 32, 6)

  • Res. Muchas son las desgracias del justo, pero de todas le libera Yahveh; (Salmos 34, 20)

  • Por el mar iba tu camino, por las muchas aguas tu sendero, y no se descubrieron tus pisadas. (Salmos 77, 20)

  • más que la voz de muchas aguas más imponente que las ondas del mar, es imponente Yahveh en las alturas. (Salmos 93, 4)

  • Muchas veces los libró aunque ellos, en su propósito obstinados, se hundían en su culpa; (Salmos 106, 43)

  • Los que a la mar se hicieron en sus naves, llevando su negocio por las muchas aguas, (Salmos 107, 23)

  • Muchas son tus ternuras, Yahveh, por tus juicios, vivifícame. (Salmos 119, 156)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina