Fundar 203 Resultados para: libro sellado

  • como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; (Lucas 3, 4)

  • Porque David mismo dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra (Lucas 20, 42)

  • Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. (Juan 20, 30)

  • El primer libro lo escribí, Teófilo, sobre todo lo que Jesús hizo y enseñó desde un principio (Hechos 1, 1)

  • Pues en el libro de los Salmos está escrito: Quede su majada desierta, y no haya quien habite en ella. Y también: Que otro reciba su cargo. (Hechos 1, 20)

  • y le libró de todas sus tribulaciones y le dio gracia y sabiduría ante Faraón, rey de Egipto, quien le nombró gobernador de Egipto y de toda su casa. (Hechos 7, 10)

  • Entonces Dios se apartó de ellos y los entregó al culto del ejército del cielo, como está escrito en el libro de los Profetas: ¿Es que me ofrecisteis víctimas y sacrificios durante cuarenta años en el desierto, casa de Israel? (Hechos 7, 42)

  • El nos libró de tan mortal peligro, y nos librará; en él esperamos que nos seguirá librando, (II Corintios 1, 10)

  • Porque todos los que viven de las obras de la ley incurren en maldición. Pues dice la Escritura: Maldito todo el que no se mantenga en la práctica de todos los preceptos escritos en el libro de la Ley. (Gálatas 3, 10)

  • También te ruego a ti, Sícigo, verdadero «compañero», que las ayudes, ya que lucharon por el Evangelio a mi lado, lo mismo que Clemente y demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. (Filipenses 4, 3)

  • El nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino del Hijo de su amor, (Colosenses 1, 13)

  • en mis persecuciones y sufrimientos, como los que soporté en Antioquía, en Iconio, en Listra. ¡Qué persecuciones hube de sufrir! Y de todas me libró el Señor. (II Timoteo 3, 11)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina