Fundar 99 Resultados para: huesos secos

  • El golpe del látigo produce cardenales, el golpe de la lengua quebranta los huesos. (Eclesiástico 28, 17)

  • reflorezcan sus huesos en la tumba, y sus nombres se renueven en los hijos de estos hombres ilustres! (Eclesiástico 46, 12)

  • Cuanto a los doce profetas, que sus huesos reflorezcan en su tumba. Porque ellos consolaron a Jacob, y lo rescataron por la fidelidad y la esperanza. (Eclesiástico 49, 10)

  • Ni como José nació hombre alguno, el guía de sus hermanos, apoyo de su pueblo; sus huesos fueron visitados. (Eclesiástico 49, 15)

  • grité hasta la madrugada: Como león tritura todos mis huesos. De la noche a la mañana acabas conmigo. (Isaías 38, 13)

  • Te guiará Yahveh de continuo, hartará en los sequedales tu alma, dará vigor a tus huesos, y serás como huerto regado, o como manantial cuyas aguas nunca faltan. (Isaías 58, 11)

  • Al verlo se os regocijará el corazón, vuestros huesos como el césped florecerán, la mano de Yahveh se dará a conocer a sus siervos, y su enojo a sus enemigos. (Isaías 66, 14)

  • En aquel tiempo - oráculo de Yahveh - sacarán de sus tumbas los huesos de los reyes de Judá, los huesos de sus príncipes, los huesos de los sacerdotes, los huesos de los profetas y los huesos de los moradores de Jerusalén, (Jeremías 8, 1)

  • Yo decía: «No volveré a recordarlo, ni hablaré más en su Nombre.» Pero había en mi corazón algo así como fuego ardiente, prendido en mis huesos, y aunque yo trabajada por ahogarlo, no podía. (Jeremías 20, 9)

  • A los profetas. Se me partió el corazón en mis adentros, estremeciéronse todos mis huesos, me quedé como un borracho, como aquél a quien le domina el vino, por causa de Yahveh, por causa de sus santas palabras. (Jeremías 23, 9)

  • Mem. Ha lanzado fuego de lo alto, lo ha metido en mis huesos. Ante mis pies ha tendido una red, me ha tirado hacia atrás; me ha dejado desolada, todo el día dolorida. (Lamentaciones 1, 13)

  • Bet. Mi carne y mi piel ha consumido, ha quebrado mis huesos. (Lamentaciones 3, 4)


“É loucura fixar o olhar no que rapidamente passa”. São Padre Pio de Pietrelcina