Fundar 170 Resultados para: habrá

  • ¡Efraím! Su gloria saldrá volando como un pájaro: no habrá más parto, ni embarazo, ni concepción. (Oseas 9, 11)

  • habrá un tumulto en medio de tu pueblo; todas tus fortalezas serán devastadas, como Salmán devastó a Bet Arbel en el día del combate, cuando fue aplastada la madre con sus hijos. (Oseas 10, 14)

  • ¡Día de tinieblas y oscuridad, día nublado y de sombríos nubarrones! Como la aurora que se extiende sobre las montañas, avanza un pueblo numeroso y fuerte como no lo hubo jamás, ni lo habrá después de él, hasta en las generaciones más lejanas. (Joel 2, 2)

  • Por eso, así habla el Señor, Dios de los ejércitos: Habrá lamentaciones en todas las plazas y gemidos en todas las calles. Convocarán a los campesinos para el duelo y a las plañideras para los lamentos. (Amós 5, 16)

  • Habrá lamentaciones en todas las viñas, cuando yo pase en medio de ti, dice el Señor. (Amós 5, 17)

  • Pero sobre la montaña de Sión habrá refugiados -ese será un lugar santo- y la casa de Jacob reconquistará sus posesiones. (Abdías 1, 17)

  • ¡La casa de Jacob será un fuego, la casa de José, una llama y la casa de Esaú, la paja! La abrasarán y la consumirán, y no habrá sobrevivientes en la casa de Esaú, porque ha hablado el Señor. (Abdías 1, 18)

  • Los videntes quedarán avergonzados y los adivinos serán confundidos. Todos se cubrirán la barba, porque no habrá respuesta de Dios. (Miqueas 3, 7)

  • y le dijo: "Corre, habla a ese joven y dile: Jerusalén será una ciudad abierta por la gran cantidad de hombres y animales que habrá en ella. (Zacarías 2, 8)

  • Él reconstruirá el Templo del Señor, llevará las insignias reales, se sentará y dominará en su trono. Habrá un sacerdote a su derecha, y habrá un perfecto acuerdo entre los dos. (Zacarías 6, 13)

  • Los haré volver del país de Egipto, y los congregaré de Asiria; los haré entrar en el país de Galaad y en el Líbano, y no habrá lugar suficiente para ellos. (Zacarías 10, 10)

  • Aquel día, habrá un gran lamento en Jerusalén, como el lamento de Hadad Rimón, en la llanura de Meguido. (Zacarías 12, 11)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina