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  • Allí habrá entonces ocho bastidores con sus dieciséis bases de plata, dos debajo de cada bastidor. (Exodo 26, 25)

  • A lo ancho del atrio, por el lado oeste, habrá veinticinco metros de cortinas, con diez columnas y sus respectivas bases. (Exodo 27, 12)

  • Las cortinas colocadas a un lado de la entrada medirán siete metros y medio de longitud, y allí habrá tres columnas y tres bases. (Exodo 27, 14)

  • Lo guarnecerás de piedras preciosas, dispuestas en cuatro hileras: en la primera habrá un jaspe rojo, un topacio y una esmeralda; (Exodo 28, 17)

  • Al ver esto, Aarón erigió un altar delante de la estatua y anunció en alta voz: "Mañana habrá fiesta en honor del Señor". (Exodo 32, 5)

  • El sacerdote se vestirá con su túnica de lino y se cubrirá con pantalones de lino. Luego recogerá las cenizas a que habrá quedado reducido el holocausto por la acción del fuego, y las depositará a un costado del altar. (Levítico 6, 3)

  • Y si alguien -sea en cumplimiento de un voto especial o como ofrenda voluntaria- presenta al Señor en sacrificio de comunión un animal del ganado mayor o menor, para que esa ofrenda le sea aceptada, tendrá que ser sin defecto: no habrá en ella ninguna imperfección. (Levítico 22, 21)

  • Durante siete días ofrecerán una ofrenda que se quema para el Señor. El séptimo día habrá una asamblea litúrgica y ustedes no harán ningún trabajo servil. (Levítico 23, 8)

  • Habla en estos términos a los israelitas: El primer día del séptimo mes será para ustedes un día de descanso, una conmemoración anunciada con toque de trompetas, y habrá una asamblea litúrgica. (Levítico 23, 24)

  • Además, el décimo día de ese séptimo mes, será el día de la Expiación. Habrá una asamblea litúrgica, observarán el ayuno y presentarán una ofrenda que se quema para el Señor. (Levítico 23, 27)

  • El primer día habrá una asamblea litúrgica, y ustedes no harán ningún trabajo servil. (Levítico 23, 35)

  • No habrá para ustedes más que un derecho, válido tanto para el extranjero como para el nativo. Porque yo soy el señor, su Dios. (Levítico 24, 22)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina