Fundar 83 Resultados para: Todopoderoso

  • Cuando Abrám tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: "Yo soy el Dios Todopoderoso. Camina en mi presencia y sé irreprochable. (Génesis 17, 1)

  • Que el Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y te dé una descendencia numerosa, para que seas el padre de una asamblea de pueblos. (Génesis 28, 3)

  • Luego añadió: "Yo soy el Dios Todopoderoso. Sé fecundo y multiplícate. De ti nacerá una nación, más aún, una asamblea de naciones, y saldrán reyes de tus entrañas. (Génesis 35, 11)

  • Que el Dios Todopoderoso lo mueva a compadecerse de ustedes, y él les permita traer a su hermano, lo mismo que a Benjamín. Yo, por mi parte, si tengo que verme privado de mis hijos, estoy dispuesto a soportarlo". (Génesis 43, 14)

  • y dijo a José: "El Dios Todopoderoso se me apareció, en Luz, en la tierra de Canaán, y me bendijo, (Génesis 48, 3)

  • por el Dios de tu padre, que te socorre, por el Dios Todopoderoso, que te da sus bendiciones: bendiciones desde lo alto del cielo, bendiciones del océano que se extiende por debajo, bendiciones de los pechos y del seno materno, (Génesis 49, 25)

  • Yo me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como el Dios Todopoderoso, pero no me di a conocer a ellos con mi nombre ‘el Señor’. (Exodo 6, 3)

  • oráculo del que oye las palabras de Dios y conoce el pensamiento del Altísimo; del que recibe visiones del Todopoderoso, en éxtasis, pero con los ojos abiertos. (Números 24, 4)

  • oráculo del que oye las palabras de Dios y conoce el pensamiento del Altísimo; del que recibe visiones del Todopoderoso, en éxtasis, pero con los ojos abiertos. (Números 24, 16)

  • Ella, en cambio, respondía: "No me llamen más Noemí; díganme Mará, porque el Todopoderoso me ha llenado de amargura. (Rut 1, 20)

  • Partí llena de bienes y el Señor me hace volver sin nada. ¿Por qué me siguen llamando Noemí, si el Señor da testimonio contra mí y el Todopoderoso me ha hecho desdichada?". (Rut 1, 21)

  • El Señor escuchó sus plegarias y miró su aflicción. Entretanto, el pueblo, en toda la Judea y en Jerusalén, siguió ayunando durante largo tiempo, ante el Santuario del Señor todopoderoso. (Judit 4, 13)


“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina