Fundar 537 Resultados para: sido

  • Nadie puede negar que ustedes son una carta de Cristo, de la que hemos sido instrumentos, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; carta no grabada en tablas de piedra, sino en corazones humanos. (2º Carta a los Corintios 3, 3)

  • Ha sido Dios quien nos ha puesto en esta situación al darnos el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir. (2º Carta a los Corintios 5, 5)

  • A pesar de que han sido tan probadas y perseguidas, su gozo y su extrema pobreza se han convertido en riquezas de generosidad. (2º Carta a los Corintios 8, 2)

  • ¿No habrá sido mi pecado el haberme rebajado para que ustedes crecieran? Yo les he entregado el Evangelio sin cobrarles nada. (2º Carta a los Corintios 11, 7)

  • ¿En qué pudieron ustedes sentirse inferiores a las demás Iglesias? Solamente en que no he sido una carga para ustedes. ¡Perdónenme esta ofensa! (2º Carta a los Corintios 12, 13)

  • Está claro que no fui una carga para ustedes, pero ¿no habrá sido para así estafarlos mejor? (2º Carta a los Corintios 12, 16)

  • En cuanto a los dirigentes de más consideración (lo que hayan sido antes no me importa, pues Dios no se fija en la condición de las personas), no me pidieron que hiciera marcha atrás. (Carta a los Gálatas 2, 6)

  • Por el contrario, reconocieron que a mí me había sido encomendada la evangelización de los pueblos paganos, lo mismo que a Pedro le había sido encargada la evangelización de los judíos. (Carta a los Gálatas 2, 7)

  • En cuanto a mí, la misma Ley me llevó a morir a la Ley a fin de vivir para Dios. He sido crucificado con Cristo, (Carta a los Gálatas 2, 19)

  • Me temo que todas mis penas hayan sido inútiles. (Carta a los Gálatas 4, 11)

  • En cuanto a mí, no quiero sentirme orgulloso más que de la cruz de Cristo Jesús, nuestro Señor. Por él el mundo ha sido crucificado para mí, y yo para el mundo. (Carta a los Gálatas 6, 14)

  • Estábamos muertos por nuestras faltas y nos hizo revivir con Cristo: ¡por pura gracia ustedes han sido salvados! (Carta a los Efesios 2, 5)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina