Fundar 1091 Resultados para: puertas de la ciudad

  • pasarás a cuchillo a todos los habitantes de aquella ciudad. Echarás la maldición sobre la ciudad y todo lo que hay en ella; pasarás a cuchillo a todos los animales y, (Deuteronomio 13, 16)

  • luego, amontonarás los despojos en medio de la plaza y prenderás fuego a la ciudad con todos sus despojos para cumplir la maldición de Yavé. Esta ciudad quedará convertida en un montón de ruinas para siempre, y jamás volverá a ser edificada. (Deuteronomio 13, 17)

  • No guardarás en tu poder ni la cosa más pequeña de esta ciudad, para que Yavé aplaque su cólera y sea misericordioso contigo y te bendiga como tiene jurado a tus padres que lo hará, (Deuteronomio 13, 18)

  • No comerán de ningún animal hallado muerto. Se lo darás al forastero que reside en tu ciudad o bien lo venderás a un extranjero, sabiendo que tú eres un pueblo consagrado a Yavé, tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre. (Deuteronomio 14, 21)

  • Cada tres años separarás el diezmo de todas las cosechas del año, pero lo guardarás en tu ciudad. (Deuteronomio 14, 28)

  • Durante esta fiesta te alegrarás, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita, el forastero, el huérfano y la viuda que viven en tu ciudad. (Deuteronomio 16, 14)

  • sacarás a las puertas de la ciudad al hombre o a la mujer que cometieron esta fechoría, y los apedrearás hasta que mueran. (Deuteronomio 17, 5)

  • Si se te presenta un caso demasiado difícil, ya sea un asunto de sangre, un litigio o una querella por heridas, o una disensión entre las autoridades de la ciudad, subirás al lugar elegido por Yavé, tu Dios, (Deuteronomio 17, 8)

  • Si un levita llega de otra parte, sea cual fuere la ciudad de Israel donde reside, porque tiene un deseo sincero de estar en el Lugar elegido por Yavé, (Deuteronomio 18, 6)

  • los jefes de su ciudad mandarán prenderlo allí, al lugar de asilo, y lo entregarán en manos del pariente del muerto para que le quiten la vida. (Deuteronomio 19, 12)

  • Cuando te acerques a una ciudad para sitiarla, le propondrás la paz. (Deuteronomio 20, 10)

  • Si ella te la acepta y te abre las puertas, toda la gente que en ella se encuentre salvará su vida. Te pagarán impuestos y te servirán. (Deuteronomio 20, 11)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina