Fundar 53 Resultados para: Mardoqueo

  • E incluso los virreyes, los gobernadores, los jefes de provincias y demás funcionarios reales prestaron su colaboración a los judíos por temor a Mardoqueo. (Ester 9, 3)

  • Mardoqueo puso por escrito estos hechos. Luego envió cartas a todos los judíos que vivían en las diversas provincias del imperio, estuvieran lejos o cerca. (Ester 9, 20)

  • Los judíos adoptaron como norma lo que habían comenzado a hacer por su cuenta antes de que se lo dijera Mardoqueo. (Ester 9, 23)

  • Por eso tales días se llaman Purim, que viene de la palabra Pur. Debido a lo expresado en esta carta y a lo que ellos mismos habían visto y vivido, los judíos, junto con sus descendientes y con los que se les agregaran en el futuro, se comprometieron a celebrar anualmente y sin falta estos dos días, en la fecha indicada, según se lo pedía Mardoqueo. (Ester 9, 26)

  • que observaran estos días de Purim, como lo había establecido Mardoqueo, y respetaran, ellos y sus descendientes, la obligación de ayunar y de guardar luto. (Ester 9, 31)

  • Todo lo que realizó durante su gobierno y todas sus hazañas, como también la narración del ascenso de Mardoqueo, se encuentran narrados en el libro de las Crónicas de los reyes de Media y de Persia. (Ester 10, 2)

  • Así se lee, en efecto, que Mardoqueo era el primer ministro del rey; que fue muy apreciado por los judíos y querido por todos sus hermanos; que procuró siempre el bien de su pueblo y vivió preocupado de la felicidad de sus connacionales. (Ester 10, 3)

  • Reflexionando sobre todo lo que había pasado, dijo Mardoqueo: «Sin duda que todo esto ha venido de Dios. (Ester 10, 4)

  • El segundo año de reinado del gran rey Asuero, a fines de marzo, tuvo un sueño Mardoqueo, hijo de Jaír, de la tribu de Benjamín. (Ester 11, 1)

  • Soñó Mardoqueo que se escuchaban gritos y ruidos, (Ester 11, 4)

  • Cuando Mardoqueo despertó, entendió que Dios con ese sueño quería mostrarle algo. Anduvo todo el día pensando en lo que había soñado, tratando de una forma u otra de saber qué querría decir. (Ester 11, 11)

  • Mardoqueo vivía en el palacio con dos guardias del rey. Como entrase en sospechas de que algo tramaban, les siguió la pista y descubrió que pensaban asesinar al rey. (Ester 12, 1)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina