Fundar 2008 Resultados para: Eva

  • Se levantó Abrahán, e inclinándose ante los hititas, (Génesis 23, 7)

  • para que me ceda la cueva de Macpelá, que es suya y está al borde de su finca. Que me la dé por su precio justo, y que sea en adelante propiedad mía en medio de ustedes.» (Génesis 23, 9)

  • «No, señor mío, escúchame: yo te regalo el campo y también la cueva que hay en él. En presencia de los hijos de mi pueblo te la doy. Sepulta allí a tu difunta.» (Génesis 23, 11)

  • Fue así como la finca de Efrón, que está en Macpelá, frente a Mambré, con la cueva que hay en ella y todos los árboles, tanto los que tiene el campo como los que hay en su alrededor, (Génesis 23, 17)

  • Después Abrahán sepultó a Sara, su mujer, en la cueva que está en el campo de Macpelá, frente a Mambré, en Canaán. (Génesis 23, 19)

  • De este modo el campo, con la cueva que en él se encuentra, fueron vendidos a Abrahán por los hititas, para que sirviera de sepultura. (Génesis 23, 20)

  • El servidor le respondió: «Y si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿tendré que llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?» (Génesis 24, 5)

  • Abrahán le contestó: «Por ningún motivo llevarás allá a mi hijo. (Génesis 24, 6)

  • Si la mujer no quiere seguirte, quedarás libre de este juramento. Pero en ningún caso llevarás para allá a mi hijo.» (Génesis 24, 8)

  • Luego el servidor escogió diez camellos entre los de su patrón y se puso en marcha, llevando todo lo mejor que poseía Abrahán. Y caminó hasta que alcanzara la ciudad de Najor, en el país de Aram. (Génesis 24, 10)

  • Cuando vio el anillo y los brazaletes que llevaba su hermana, y oyó decir a Rebeca: «Esto me ha dicho ese hombre...», corrió a buscar al hombre que estaba de pie junto a los camellos, al lado del pozo. (Génesis 24, 30)

  • Ahí tienes a Rebeca: tómala y llévala contigo. Que sea la esposa del hijo de tu patrón, como Yavé lo ha dispuesto.» (Génesis 24, 51)


“O passado não conta mais para o Senhor. O que conta é o presente e estar atento e pronto para reparar o que foi feito.” São Padre Pio de Pietrelcina