Fundar 2008 Resultados para: Eva

  • Entonces un ángel, que también llevaba una hoz afilada, salió del santuario celeste. (Apocalipsis 14, 17)

  • Otro ángel, el que está encargado del fuego, salió del altar y gritó al que llevaba la hoz afilada: «Mete tu hoz afilada y cosecha los racimos de la viña de la tierra, porque ya están bien maduros.» (Apocalipsis 14, 18)

  • Vi luego en el cielo otra señal grande y maravillosa: siete ángeles que llevaban siete plagas, las últimas, porque con ellas se consuma la cólera de Dios. (Apocalipsis 15, 1)

  • Vi también como un mar de cristal destellante, y a los vencedores de la bestia, de su imagen y de la cifra de su nombre, que se colocaban sobre el mar de cristal, llevando las arpas celestiales en sus manos. (Apocalipsis 15, 2)

  • Salió el primero, vació su copa sobre la tierra y se produjeron úlceras malignas y dolorosas en las personas que llevaban la marca de la bestia y se postraban ante su imagen. (Apocalipsis 16, 2)

  • El ángel me llevó en espíritu al desierto: era una nueva visión. Había allí una mujer sentada sobre una bestia de color rojo, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Esta bestia estaba cubierta de títulos y frases que ofendían a Dios. (Apocalipsis 17, 3)

  • pero el ángel me dijo: «¿Por qué te maravillas? Voy a explicarte el misterio de esta mujer y de la bestia que la lleva, la de las siete cabezas y los diez cuernos. (Apocalipsis 17, 7)

  • Y echando polvo sobre su cabeza, decían llorando y lamentándose: «¡Ay, ay de la Gran Ciudad, donde se hicieron muy ricos, gracias a su lujo, cuantos tenían naves en el mar! ¡En una hora ha quedado devastada!» (Apocalipsis 18, 19)

  • Sus ojos son llamas de fuego, tiene en la cabeza muchas coronas, y lleva escrito un nombre que sólo él entiende. (Apocalipsis 19, 12)

  • En el manto y en el muslo lleva escrito este título: «Rey de reyes y Señor de señores.» (Apocalipsis 19, 16)

  • Vi después a un ángel que bajaba del cielo llevando en la mano la llave del Abismo y una cadena enorme. (Apocalipsis 20, 1)

  • Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido, y el mar no existe ya. (Apocalipsis 21, 1)


“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina