Salmos, 28
8. El Señor es la fuerza de su pueblo, un refugio seguro para su ungido.
8. El Señor es la fuerza de su pueblo, un refugio seguro para su ungido.
“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina