5. en el momento en que oigan la trompeta, la flauta, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoña y cualquier música, ustedes tendrán que postrarse y adorar la estatua de oro erigida por el rey Nabucodonosor.





“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina