27. ¡Bendito sea el Señor, el Dios de nuestros padres, que inspiró al rey esta decisión de glorificar la Casa del Señor que está en Jerusalén,





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina