22. Pero con su muerte Cristo los reconcilió y los integró a su mismo ser humano mortal, de modo que ahora son santos, sin culpa ni mancha ante él.





“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina