Encontrados 146 resultados para: tenían

  • Sus celdas, sus pilastras y su vestíbulo tenían idénticas medidas. Tenía ventanas por todo alrededor, así como su vestíbulo. Su longitud era de veinticinco metros y su anchura de doce y medio. (Ezequiel 40, 29)

  • Su vestíbulo daba al atrio exterior, sus pilastras tenían palmeras diseñadas y se subía a él por ocho gradas. (Ezequiel 40, 31)

  • Las celdas, las pilastras y el vestíbulo medían igual que los precedentes. El pórtico y su vestíbulo tenían ventanas alrededor: era de veinticinco metros de largo y doce y medio de ancho. (Ezequiel 40, 33)

  • Las mismas dimensiones que los anteriores tenían sus celdas, pilastras y vestíbulo. Había también ventanas alrededor. Era de veinticinco metros de largo y doce y medio de ancho. (Ezequiel 40, 36)

  • Las mesas tenían un reborde de veinticinco centímetros de altura alrededor, y sobre ellas se ponía la carne de las víctimas sacrificadas. (Ezequiel 40, 43)

  • Las cámaras laterales tenían dos entradas: una daba al norte, y la otra al mediodía. La anchura del paso libre era de dos metros y medio todo alrededor. (Ezequiel 41, 11)

  • esto es, en los cuatro ángulos del atrio había cuatro patios pequeños, de veinte metros de longitud por quince de anchura. Todos tenían la misma dimensión. (Ezequiel 46, 22)

  • Éstos venían a menudo a casa de Joaquín, y a ellos se dirigían todos aquellos que tenían algún litigio que resolver. (Daniel 13, 6)

  • porque tenían vergüenza de descubrir su deseo de tener relaciones con ella; (Daniel 13, 11)

  • Los babilonios tenían un ídolo llamado Bel, en cuyo honor gastaban diariamente más de seis hectólitros de flor de harina, cuarenta ovejas y más de dos hectólitros de vino. (Daniel 14, 3)

  • Por aquel tiempo iba Jesús un sábado por los sembrados. Sus discípulos tenían hambre, y comenzaron a cortar espigas y a comerlas. (Mateo 12, 1)

  • y querían prenderlo, pero temían a la gente porque lo tenían por profeta. (Mateo 21, 46)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina