Encontrados 146 resultados para: tenían

  • pero aún no habían saciado su apetito, tenían todavía la comida en la boca, (Salmos 78, 30)

  • tenían asco de cualquier comida y estaban a las puertas de la muerte. (Salmos 107, 18)

  • Él y sus hijos huyeron a las montañas, dejando en la ciudad todo lo que tenían. (I Macabeos 2, 28)

  • Al amanecer apareció Judas en la llanura con tres mil hombres, que no tenían ni los escudos ni las espadas que hubieran deseado. (I Macabeos 4, 6)

  • Tomó después consigo a los judíos de Galilea y Arbata con sus mujeres, hijos y todo lo que tenían, y los llevó con gozo a Judea. (I Macabeos 5, 23)

  • Los de la ciudadela tenían bloqueados a los israelitas en torno al templo y trataban continuamente de hacerles daño y apoyar a los gentiles. (I Macabeos 6, 18)

  • hizo las paces con los de Betsur, que salieron de la ciudad, pues no tenían víveres para mantener el asedio por ser año sabático para la tierra. (I Macabeos 6, 49)

  • Jonatán y el pueblo oyeron esto; pero ni lo creyeron, ni lo aceptaron, pues tenían vivo el recuerdo de los grandes males y de la dura opresión que Demetrio había causado a Israel. (I Macabeos 10, 46)

  • presionándole para que le entregase al niño, con el fin de que reinara en el puesto de su padre. Lo puso al corriente de todo lo que había hecho Demetrio y del odio que le tenían sus soldados, y permaneció allí muchos días. (I Macabeos 11, 40)

  • Juan, con sus tropas, acampó frente a los enemigos, y al notar que sus hombres tenían miedo de cruzar el torrente, lo cruzó él el primero; al verlo, sus hombres lo siguieron. (I Macabeos 16, 6)

  • Ni tenían en nada las glorias patrias, juzgando, en cambio, óptimas las glorias helénicas. (II Macabeos 4, 15)

  • pues el templo se vio lleno de lujuria y de orgías de los gentiles, que allí banqueteaban con las prostitutas y tenían relaciones con mujeres en los pórticos, llenándolo todo de prácticas y cosas inmundas. (II Macabeos 6, 4)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina