Encontrados 287 resultados para: tanto

  • ¿Quién mató a Abimélec, hijo de Yerubaal? ¿No fue una mujer, que tiró sobre él desde lo alto de los muros una rueda de molino, y murió en Tebes? ¿Por qué os habéis acercado tanto a las murallas?, tú le dirás: También murió tu siervo Urías, el hitita". (II Samuel 11, 21)

  • El mensajero partió, se presentó a David y le comunicó todo lo que Joab le había ordenado. Entonces David montó en cólera contra Joab y dijo al mensajero: "¿Por qué os habéis acercado tanto a la ciudad para atacarla? ¿No sabíais que tiran desde lo alto de los muros? ¿Quién mató a Abimélec, hijo de Yerubaal? ¿No fue una mujer que tiró sobre él desde lo alto de los muros una rueda de molino y murió en Tebes? ¿Por qué os habéis acercado tanto a las murallas?". (II Samuel 11, 22)

  • Cuando se cortaba el pelo, y lo hacía cada año, pues le pesaba tanto que tenía que cortárselo, el pelo de su cabeza pesaba dos kilos y medio, peso de rey. (II Samuel 14, 26)

  • En aquellos días el consejo que daba Ajitófel era considerado como un oráculo de Dios. Así eran considerados todos los consejos de Ajitófel, tanto los que daba a David como los que daba a Absalón. (II Samuel 16, 23)

  • Sobre los paneles había esculpidos leones, bueyes y querubines; y sobre los marcos, tanto encima como debajo de los leones y bueyes, guirnaldas de flores formando colgantes. (I Reyes 7, 29)

  • Por tanto, mañana, a estas horas, te mandaré mis súbditos, que registrarán tu casa y las casas de tus súbditos. Todo lo que les agrade lo tomarán y se lo llevarán". (I Reyes 20, 6)

  • Pero arreció tanto la lucha aquel día, que el rey de Israel siguió firme en su carro frente a los sirios y murió al atardecer: la sangre de la herida cayó al fondo del carro. (I Reyes 22, 35)

  • Y tanto le insistieron, que les dijo: "Mandadlos". Y mandaron cincuenta hombres, que lo buscaron durante tres días, pero no lo encontraron. (II Reyes 2, 17)

  • Hizo lo que es malo a los ojos del Señor, aunque no tanto como su padre y su madre, pues retiró la estela de Baal, que su padre había hecho. (II Reyes 3, 2)

  • Eliseo le respondió: "Vete en paz". Se había alejado Naamán un tanto, (II Reyes 5, 19)

  • ¿No he visto ayer la sangre de Nabot y la sangre de sus hijos? Oráculo del Señor. Pues en esta heredad te daré tu merecido: Oráculo del Señor. Por tanto, agárralo y tíralo a la heredad, conforme a la palabra del Señor". (II Reyes 9, 26)

  • Hizo lo que es malo a los ojos del Señor, pero no tanto como los reyes de Israel que le habían precedido. (II Reyes 17, 2)


“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina