Encontrados 287 resultados para: tanto

  • Salí llena, y el Señor me devuelve vacía. ¿Por qué llamarme todavía Noemí, si el Señor me ha humillado tanto y el Todopoderoso me ha hecho desgraciada?". (Rut 1, 21)

  • Noemí dijo: "¿Dónde has estado espigando? ¡Bendito el que te ha favorecido tanto!". Rut le dijo: "He estado trabajando en el campo de un hombre que se llama Booz". (Rut 2, 19)

  • El niño será para ti consuelo y amparo en tu vejez, pues te lo ha dado tu nuera que tanto te ama y es para ti mejor que siete hijos". (Rut 4, 15)

  • No repitáis tanto palabras altaneras, no pronunciéis palabras arrogantes, porque el Señor es un Dios lleno de saber, un Dios que pesa las acciones. (I Samuel 2, 3)

  • Fijaos bien: si va por el camino de su territorio hasta Bet Semes, es él quien nos ha hecho tanto mal; si no, sabremos que no ha sido su mano la que nos ha castigado, y que esto ha ocurrido por casualidad". (I Samuel 6, 9)

  • El número de las ratas de oro era igual al de las ciudades de los cinco jefes filisteos, tanto de las ciudades fortificadas como de las ciudades desguarnecidas. La piedra grande sobre la que pusieron el arca del Señor existe todavía hoy en el campo de Josué, el de Bet Semes, como testigo. (I Samuel 6, 18)

  • En cuanto entréis en la ciudad, buscadlo rápidamente, antes de que suba al alto para la comida. El pueblo no comienza a comer antes de que llegue él, porque es él quien tiene que bendecir el sacrificio; después de esto comerán los invitados. Por tanto, subid rápidamente, y lo encontraréis". (I Samuel 9, 13)

  • Y vosotros rechazáis hoy a vuestro Dios, que os ha salvado de todas vuestras desgracias y peligros, al pedir que os ponga un rey sobre vosotros. Por tanto, presentaos ante el Señor por tribus y por clanes". (I Samuel 10, 19)

  • Jonatán derrotó la guarnición de los filisteos que estaban en Guibeá. Los filisteos, al saberlo, se dijeron: "Los hebreos se han sublevado". Mientras tanto Saúl hizo sonar la trompeta en todo el país, (I Samuel 13, 3)

  • Samuel respondió: "¿Se complace tanto el Señor en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a sus palabras? La obediencia vale más que el sacrificio, y la docilidad más que las grasas de los carneros. (I Samuel 15, 22)

  • Él no quería comer; pero sus servidores y la mujer le insistieron tanto que, por fin, aceptó. Se levantó del suelo y se sentó a la mesa. (I Samuel 28, 23)

  • si el rey monta en cólera y te dice: ¿Por qué os habéis acercado tanto a la ciudad para atacarla? ¿No sabíais que tiran desde lo alto de los muros? (II Samuel 11, 20)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina