Encontrados 354 resultados para: nuestros

  • Moisés dijo a Dios: "Bien, yo me presentaré a los israelitas y les diré: El Dios de nuestros padres me ha enviado a vosotros. Pero si ellos me preguntan: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?". (Exodo 3, 13)

  • Moisés respondió: "Hemos de ir todos, con nuestros jóvenes y nuestros ancianos, nuestros hijos y nuestras hijas, nuestras ovejas y nuestras vacas, porque para nosotros es una fiesta del Señor". (Exodo 10, 9)

  • Moisés dijo a Aarón: "Toma un vaso, echa en él dos litros de maná y ponlo ante el Señor, a fin de conservarlo para nuestros descendientes". (Exodo 16, 33)

  • Pero el pueblo, sediento, seguía murmurando contra Moisés diciendo: "¿Por qué nos has sacado de Egipto para hacernos morir de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?". (Exodo 17, 3)

  • ¿Por qué nos lleva el Señor a esa tierra a morir bajo la espada y entregar nuestras mujeres y nuestros hijos como botín de guerra? ¿No sería mejor volver a Egipto?". (Números 14, 3)

  • El pueblo se quejaba contra Moisés, diciendo: "¡Ojalá hubiéramos muerto como murieron nuestros hermanos delante del Señor! (Números 20, 3)

  • ¿Por qué habéis traído al pueblo del Señor a este desierto, para que muramos nosotros y nuestros ganados? (Números 20, 4)

  • Nuestros padres bajaron a Egipto, donde hemos estado largo tiempo, nosotros y nuestros padres, sufriendo malos tratos por parte de los egipcios. (Números 20, 15)

  • Los israelitas le contestaron: "Subiremos por el camino trillado y, si bebemos de tus aguas, nosotros o nuestros ganados, te daremos el precio de ellas. Es cosa de nada: simplemente pasar a pie". (Números 20, 19)

  • Moab dijo a los ancianos de Madián: "Esta muchedumbre va a devorar ahora nuestros contornos como devora un buey la hierba del campo". Era entonces rey de Moab Balac, hijo de Sipor, (Números 22, 4)

  • Entonces se acercaron a Moisés y le dijeron: "Nosotros levantaremos aquí apriscos para nuestros ganados y ciudades para nuestras familias. (Números 32, 16)

  • Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros rebaños y todos nuestros ganados quedarán aquí, en las ciudades de Galaad; (Números 32, 26)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina