Encontrados 354 resultados para: nuestros

  • Pero su roca no es como nuestra roca, lo saben bien nuestros mismos enemigos; (Deuteronomio 32, 31)

  • Estando un día Josué cerca de Jericó, levantó los ojos y vio a un hombre delante de él con la espada desenvainada en su mano. Josué se le acercó y le dijo: "¿Eres de los nuestros o de los enemigos?". (Josué 5, 13)

  • Entonces nuestros ancianos y todos los habitantes de nuestra tierra nos dijeron: Tomad con vosotros víveres para el camino, id a su encuentro y decidles: Somos siervos vuestros, haced un pacto con nosotros. (Josué 9, 11)

  • estos odres de vino eran nuevos cuando los llenamos, y ahora están rotos; nuestras sandalias y nuestros vestidos se han hecho viejos de tanto caminar". (Josué 9, 13)

  • Éstas se presentaron ante el sacerdote Eleazar, ante Josué, hijo de Nun, y ante los jefes, y les dijeron: "El Señor ordenó a Moisés que se nos diera una parte lo mismo que a nuestros hermanos". Y tal como el Señor había ordenado se les dio una parte igual que a los parientes de su padre. (Josué 17, 4)

  • y les dijeron: "El Señor, por medio de Moisés, mandó que se nos diesen ciudades para vivir con sus ejidos para nuestros ganados". (Josué 21, 2)

  • Más bien hemos hecho esto por temor, pensando que el día de mañana vuestros hijos podrán decir a los nuestros: ¿Qué hay de común entre vosotros y el Señor, Dios de Israel? (Josué 22, 24)

  • El Señor puso como frontera el Jordán entre nosotros y vosotros, los de Rubén y los de Gad. ¡Vosotros no tenéis parte en el Señor! Y así vuestros hijos harían que nuestros hijos no respetaran al Señor. (Josué 22, 25)

  • sino para que sirva de testimonio entre nosotros y vosotros y entre nuestros descendientes después de nosotros, de que damos culto al Señor con nuestros holocaustos y nuestros sacrificios por el pecado y de reconciliación; para que el día de mañana vuestros hijos no puedan decir de los nuestros: ¡No tenéis parte en el Señor! (Josué 22, 27)

  • Y dijimos: Si el día de mañana llegaran a decirnos esto a nosotros o a nuestros descendientes, responderíamos: Mirad la forma del altar del Señor que levantaron nuestros padres, no para ofrecer holocaustos u otros sacrificios, sino para que sirviese de testimonio entre nosotros y vosotros. (Josué 22, 28)

  • porque el Señor es nuestro Dios; él nos sacó a nosotros y a nuestros padres de Egipto, de la casa de la esclavitud; ha realizado ante nuestros ojos estos grandes prodigios y nos ha protegido durante todo el camino que hemos recorrido y en todos los pueblos por los que hemos pasado. (Josué 24, 17)

  • Gedeón le respondió: "Por favor, mi Señor; si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos sucede todo esto? ¿Dónde están todos los prodigios que nos cuentan nuestros padres diciendo: No nos sacó el Señor de Egipto? Y ahora el Señor nos ha abandonado y nos ha entregado al poder de los madianitas". (Jueces 6, 13)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina