Encontrados 186 resultados para: misma

  • Lo presentó a Saúl y sus servidores. Ellos comieron, se levantaron y partieron aquella misma noche. (I Samuel 28, 25)

  • ¿Quién sería de vuestro parecer en este asunto? La parte debe ser la misma para el que ha ido a la batalla y para el que se ha quedado junto al bagaje: participarán lo mismo". (I Samuel 30, 24)

  • Pero aquella misma noche el Señor dijo a Natán: (II Samuel 7, 4)

  • Y aun esto es todavía poco para ti, Señor, y extiendes también tu promesa a la casa de tu siervo para un futuro lejano, para la duración misma de la humanidad. (II Samuel 7, 19)

  • y una de ellas dijo: "¡Con permiso, señor mío! Esta mujer y yo vivimos en la misma casa, y yo di a luz junto a ella en casa. (I Reyes 3, 17)

  • En la construcción del templo se emplearon piedras entalladas en la misma cantera, de suerte que mientras se construía el edificio no se oyó golpe de martillo, de hacha u otro cualquier instrumento de hierro en el templo. (I Reyes 6, 7)

  • Así hizo las diez basas, con una misma fundición, una misma medida y una misma forma para todas. (I Reyes 7, 37)

  • Y propuso a Josafat: "¿Quieres venir conmigo a atacar a Ramot de Galaad?". Josafat le respondió: "Tú y yo, tu pueblo y mi pueblo, tu caballería y mi caballería son una misma cosa". (I Reyes 22, 4)

  • Y todos los profetas profetizaban de la misma manera: "Ataca a Ramot de Galaad y triunfarás, pues el Señor la pondrá en tus manos". (I Reyes 22, 12)

  • Se puso en camino y mandó decir a Josafat, rey de Judá: "El rey de Moab se ha rebelado contra mí. ¿Quieres venir conmigo a la guerra contra Moab?". Contestó: "Iré, pues tú y yo, tu pueblo y mi pueblo, tu caballería y mi caballería somos una misma cosa". (II Reyes 3, 7)

  • Y aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió en el campamento de Asiria a ciento ochenta y cinco mil; y, al levantarse por la mañana, vieron que todos ellos eran cadáveres. (II Reyes 19, 35)

  • Mismá, Dumá, Masá, Jadad, Temá, (I Crónicas 1, 30)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina