Encontrados 82 resultados para: matrimonio de Tobías

  • porque había tenido siete maridos, y el perverso demonio Asmodeo los había matado antes de que consumaran el matrimonio. "Tú eres -le decía la criada- la que matas a tus maridos. Te han dado a siete, y de ninguno has gozado. (Tobías 3, 8)

  • y envió a Rafael para curarlos; a Tobit, de las manchas blancas de sus ojos, para que volviese a ver la luz del cielo, y a Sara, hija de Ragüel, para darla por esposa a Tobías, hijo de Tobit, librándola del maligno demonio Asmodeo, pues correspondía a Tobías casarse con ella con preferencia a todos los demás pretendientes. Al mismo tiempo que Tobit volvía del patio de su casa, Sara, hija de Ragüel, bajaba del piso superior. (Tobías 3, 17)

  • Y pensaba: "Acabo de pedir la muerte; ¿por qué no llamar a mi hijo Tobías y enterarle de lo del dinero antes de morir?". (Tobías 4, 2)

  • Llamó a su hijo Tobías y le dijo: "Cuando muera, dame una sepultura digna. Honra a tu madre y no la abandones nunca. Haz lo que le agrade y nunca la entristezcas con tu conducta. (Tobías 4, 3)

  • Tobías respondió a su padre: "Haré todo lo que me has mandado, padre; (Tobías 5, 1)

  • Tobías salió en busca de un conocedor del camino que le acompañase a Media, y encontró al ángel Rafael, pero sin saber que era un ángel de Dios. (Tobías 5, 4)

  • Y le dijo: "¿De dónde eres, joven?". Le respondió: "Soy un israelita, compatriota tuyo, que he venido buscando trabajo". Tobías le preguntó: "¿Conoces bien el camino de Media?". (Tobías 5, 5)

  • Tobías le respondió: "Espérame, joven, que voy a comunicárselo a mi padre, pues necesito que vengas conmigo; te pagaré lo que sea". (Tobías 5, 7)

  • Tobías fue a su casa y dijo a su padre: "He encontrado a un israelita, compatriota nuestro". Su padre le respondió: "Llámalo para que sepa a qué familia y tribu pertenece y, si es persona de confianza, para acompañarte". (Tobías 5, 9)

  • Tobías salió y le dijo: "Joven, mi padre te llama". El ángel entró, Tobit lo saludó, y él respondió: "¡Que seas siempre feliz!". Pero Tobit añadió: "¿Qué felicidad puedo yo esperar? Estoy ciego; no puedo ver la luz del cielo; vivo en tinieblas, como los muertos que no pueden ver la luz. Soy un vivo entre los muertos. Oigo la voz de los hombres, pero no los veo". El ángel le respondió: "¡Ánimo! Pronto te curará Dios. ¡Ánimo!". Tobit le dijo: "Mi hijo quiere ir a Media; ¿puedes tú acompañarle y guiarle? Te daré lo que sea, hermano". "Sí, puedo acompañarle -respondió el ángel-. Conozco todos los caminos; he ido frecuentemente a Media, he atravesado las llanuras y las montañas y conozco todos sus senderos". (Tobías 5, 10)

  • Le respondió: "De acuerdo. Le acompañaré. No temas. Sanos y salvos partimos, y sanos y salvos volveremos, pues el camino es seguro". Tobit le dijo: "Buen viaje, hermano". Y a su hijo: "Prepara, hijo mío, todo lo necesario para el viaje y parte con tu hermano. Que el Dios del cielo os guarde y os traiga de nuevo sanos y salvos. Que su ángel os acompañe y os proteja en el camino, hijo mío". Antes de partir, Tobías besó a sus padres. Tobit le dijo: "¡Buen viaje!". (Tobías 5, 17)

  • Tobías bajó al río a lavarse los pies. Un pez enorme saltó del agua y quería devorarle el pie. Tobías gritó. (Tobías 6, 2)


“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina