Encontrados 317 resultados para: eran

  • Y así que entraron, subieron a la estancia de arriba, donde se alojaban habitualmente. Eran Pedro y Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo, Simón el Zelotes y Judas el de Santiago. (Hechos 1, 13)

  • Eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la unión fraterna, en partir el pan y en las oraciones. (Hechos 2, 42)

  • Al ver, por una parte, la valentía de Pedro y Juan, y comprendiendo, por otra, que eran hombres sin instrucción y cultura, estaban sorprendidos. Reconocían que habían estado con Jesús; (Hechos 4, 13)

  • De las aldeas próximas a Jerusalén acudía también mucha gente llevando enfermos y poseídos por espíritus inmundos, y todos eran curados. (Hechos 5, 16)

  • Y viendo que esto agradaba a los judíos, hizo prender también a Pedro. Eran los días de la pascua. (Hechos 12, 3)

  • Judas y Silas, que eran también profetas, alentaron y confortaron a los hermanos en una larga conversación. (Hechos 15, 32)

  • Pues no; que vengan ellos a sacarnos". Los alguaciles llevaron la respuesta a los magistrados, los cuales, al oír que eran romanos, tuvieron miedo. (Hechos 16, 38)

  • Los judíos de Berea eran más abiertos que los de Tesalónica, y recibieron la palabra con buena disposición, estudiando diariamente las Escrituras para ver si todo era así. (Hechos 17, 11)

  • Pablo se relacionó con ellos; y como eran del mismo oficio, se quedó trabajando en su casa; se dedicaban a fabricar tiendas de campaña. (Hechos 18, 3)

  • Eran en total unas doce personas. (Hechos 19, 7)

  • Pablo, sabiendo que una parte del tribunal eran saduceos y otra fariseos, gritó así: "Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos; soy juzgado por la esperanza en la resurrección de los muertos". (Hechos 23, 6)

  • Eran más de cuarenta los que hicieron tal conjuración. (Hechos 23, 13)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina