Encontrados 317 resultados para: eran
Las jambas del santuario eran cuadrangulares. Delante del lugar santo había algo así como (Ezequiel 41, 21)
un altar de madera de metro y medio de alto, un metro de largo y uno de ancho; sus ángulos, su base y su pared eran de madera. Y me dijo el personaje: "Ésta es la mesa que está delante del Señor". (Ezequiel 41, 22)
Las salas superiores del edificio, al quitarles las galerías parte de su espacio, eran más estrechas que las inferiores y las intermedias. (Ezequiel 42, 5)
Eran, en efecto, tres pisos, pero sin columnas como las del atrio; por eso las superiores eran más estrechas respecto de las inferiores y las intermedias. (Ezequiel 42, 6)
Eran iguales a las puertas de las salas de la parte sur; una puerta al comienzo de cada corredor, frente a la cerca paralela para el que entra viniendo de la parte este. (Ezequiel 42, 12)
En cuanto a lo que viste, que los pies y los dedos eran parte de arcilla y parte de hierro, esto significa que era un reino dividido, aunque tendrá ciertamente la consistencia del hierro, ya que viste el hierro mezclado con la arcilla; (Daniel 2, 41)
Yo miraba los cuernos y observé que de en medio de ellos despuntaba otro cuerno, y que tres de los diez precedentes le eran arrancados para dar cabida a aquél. Vi también que el nuevo cuerno tenía ojos como los de un hombre y una boca que decía cosas monstruosas. (Daniel 7, 8)
Yo seguía observando: se instalaron unos tronos, y un anciano se sentó. Sus vestiduras eran blancas como la nieve; como lana pura el cabello de su cabeza; su trono era de llamas, con ruedas de fuego ardiente. (Daniel 7, 9)
Sus padres eran justos, y habían educado a su hija conforme a la ley de Moisés. (Daniel 13, 3)
pero no quiso decírnoslo. De todo esto nosotros somos testigos". La asamblea los creyó, como ancianos y jueces del pueblo que eran. Y la condenaron a muerte. (Daniel 13, 41)
Daniel dijo al rey: "Hágase como dices". Los sacerdotes de Bel eran setenta, sin contar mujeres e hijos. (Daniel 14, 9)
Cuantos más eran, más han pecado contra mí y han cambiado su gloria por la ignominia. (Oseas 4, 7)