Encontrados 335 resultados para: dioses extranjeros
Por la púrpura y el lino, que se pudre encima de ellos, conoceréis también que no son dioses. Finalmente, ellos mismos serán carcomidos y quedarán hechos una vergüenza en el país. (Baruc 6, 71)
Se los entregaré como presa a los extranjeros y a los criminales del país como botín y los profanarán. (Ezequiel 7, 21)
Os arrastraré fuera de la ciudad, os entregaré en manos de extranjeros y ejecutaré en vosotros mi justa venganza. (Ezequiel 11, 9)
Porque a todo aquel de la casa de Israel o de los extranjeros que viven en Israel que se aleje de mí y meta sus ídolos en su corazón, teniendo así ante los ojos el incentivo de su pecado, y venga luego al profeta para consultarme, yo mismo, el Señor, le daré respuesta. (Ezequiel 14, 7)
he aquí que yo haré venir contra ti a extranjeros, los más feroces de los pueblos, y desenvainarán su espada contra la prez de tu sabiduría y borrarán tu esplendor. (Ezequiel 28, 7)
¡Tendrás la muerte de los incircuncisos, en manos de extranjeros! He hablado yo", dice el Señor Dios. (Ezequiel 28, 10)
Dejaré secos sus Nilos, abandonaré el país en manos de asesinos, devastaré la tierra y cuanto encierra por mano de extranjeros. Yo, el Señor, he hablado. (Ezequiel 30, 12)
habéis introducido extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de cuerpo en mi santuario para que profanen mi templo, mientras vosotros me ofrecíais mi pan, grasa y sangre, quebrantando así mi alianza con todas vuestras monstruosidades. (Ezequiel 44, 7)
No habéis observado mis ritos sagrados, sino que se lo habéis encomendado a extranjeros en mi santuario. (Ezequiel 44, 8)
Esto dice el Señor Dios: Ningún extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de cuerpo, entrará en mi santuario; ninguno de los extranjeros que viven entre los israelitas. (Ezequiel 44, 9)
Os la repartiréis como heredad entre vosotros y los extranjeros domiciliados en vuestro territorio que hayan engendrado hijos entre vosotros; consideraréis a éstos como ciudadanos israelitas, y con vosotros echarán suertes para obtener su parte en medio de las tribus de Israel. (Ezequiel 47, 22)
El Señor entregó en sus manos a Joaquín, rey de Judá, y una parte de los objetos del templo de Dios. Él los llevó a la tierra de Senaar y los depositó en el tesoro de sus dioses. (Daniel 1, 2)