Encontrados 127 resultados para: dieron

  • para que el crimen cometido contra los setenta hijos de Yerubaal y su sangre cayese sobre Abimelec, su hermano, que los había matado, y sobre los nobles de Siquén, que le dieron el poder para matar a sus hermanos. (Jueces 9, 24)

  • Los israelitas volvieron a hacer lo que desagrada al Señor; dieron culto a los Baales y Astartés y a los dioses de Arán y de Sidón, a los dioses de Moab, a los de los amonitas y filisteos. Abandonaron al Señor y dejaron de darle culto. (Jueces 10, 6)

  • Y llegaron frente a Guibeá diez mil hombres escogidos de todo Israel. El combate fue duro, pues los de Benjamín no se dieron cuenta del mal que se les echaba encima. (Jueces 20, 34)

  • Los de Benjamín se dieron cuenta de que estaban derrotados. Los israelitas habían cedido terreno a Benjamín porque confiaban en la emboscada que habían tendido junto a Guibeá. (Jueces 20, 36)

  • Los de Benjamín regresaron, y los israelitas les dieron por mujeres las que habían quedado con vida en Yabés de Galaad; pero no había bastantes para todos. (Jueces 21, 14)

  • Éstos son los tumores de oro que los filisteos dieron en ofrenda de reconciliación al Señor: uno por Asdod, uno por Gaza, uno por Ascalón, uno por Gat y uno por Ecrón. (I Samuel 6, 17)

  • David corrió, se detuvo ante el filisteo, tomó su espada y, sacándola de la vaina, le remató y le cortó la cabeza. Cuando los filisteos vieron muerto a su héroe, se dieron a la fuga. (I Samuel 17, 51)

  • Cuando comenzó de nuevo la guerra, David salió a campaña contra los filisteos; les infligió una gran derrota y se dieron a la fuga. (I Samuel 19, 8)

  • Encontraron un egipcio en el campo y le condujeron a David. Le dieron de comer y de beber; (I Samuel 30, 11)

  • Cuando los israelitas del otro lado del valle y de la Transjordania vieron que los israelitas habían huido y que Saúl y sus tres hijos habían muerto, abandonaron también ellos sus ciudades y se dieron a la fuga. Los filisteos vinieron y se establecieron en ellas. (I Samuel 31, 7)

  • Los amonitas se dieron cuenta de que se habían hecho odiosos a David, y enviaron mensajeros para contratar como mercenarios a los sirios de Bet Rejob y de Sobá, veinte mil soldados de infantería, del rey de Maacá, mil hombres, y de Tob, doce mil. (II Samuel 10, 6)

  • Los amonitas, al ver huir a los sirios, se dieron también a la fuga ante Abisay y entraron en la ciudad. Entonces Joab volvió de la guerra contra los amonitas y entró en Jerusalén. (II Samuel 10, 14)


“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina