Encontrados 476 resultados para: aun
Volveos, hijas mías, marchaos. Soy demasiado vieja para volverme a casar. Y aunque pudiese decir: tengo todavía esperanza, concebiré esta noche y tendré hijos, (Rut 1, 12)
Rut dijo: "Has sido muy amable conmigo, señor; me has consolado y me has hablado al corazón, aunque yo no soy ni siquiera como una de tus criadas". (Rut 2, 13)
A Ana le daba sólo una ración, aunque él prefería a Ana; pero el Señor la había hecho estéril. (I Samuel 1, 5)
Más aún: antes de que se quemase la grasa, llegaba el criado del sacerdote y decía al que iba a ofrecer el sacrificio: "Dame la carne para asársela al sacerdote; porque no te aceptará carne cocida, sino cruda". (I Samuel 2, 15)
Porque, vive el Señor, el salvador de Israel, que, aunque se trate de mi hijo Jonatán, morirá irremisiblemente". Ninguno de entre el pueblo respondió nada. (I Samuel 14, 39)
David contestó: "Seguro; siempre que salimos nos abstenemos de mujeres, aunque se trate de un viaje de carácter profano; con más razón hoy mis hombres están limpios". (I Samuel 21, 6)
Aunque alguno se levante para perseguirte y buscar tu vida, la vida de mi señor está guardada en la bolsa de la vida, junto al Señor, tu Dios; pero la vida de tus enemigos la lanzará lejos, como se lanzan las piedras con la honda. (I Samuel 25, 29)
Yo soy débil todavía, aunque haya recibido la unción real, y estos hombres, los hijos de Sarvia, son más fuertes que yo. Que el Señor pague al que hizo el mal según su malicia". (II Samuel 3, 39)
Y aun esto es todavía poco para ti, Señor, y extiendes también tu promesa a la casa de tu siervo para un futuro lejano, para la duración misma de la humanidad. (II Samuel 7, 19)
Y tiraba piedras a David y a todos sus servidores, aunque todo el ejército y los valientes estaban a la derecha y a la izquierda del rey. (II Samuel 16, 6)
Y entonces, aun el más valiente, el que tiene el corazón semejante al del león, perdería el ánimo; porque todo Israel sabe que tu padre es un valiente y que los que están con él son también valientes. (II Samuel 17, 10)
Pero el hombre respondió a Joab: "Aunque me dieras mil monedas de plata, no pondría mi mano sobre el hijo del rey; porque llegó a nuestros oídos la orden que te dio el rey, lo mismo que a Abisay y a Itay, de que se respetara al joven Absalón. (II Samuel 18, 12)
