Encontrados 136 resultados para: Ordenó

  • Él ordenó: "Traedme harina". La echó en la olla, y añadió: "Sírveles ahora". Y en la olla no se encontró ya nada malo. (II Reyes 4, 41)

  • Un hombre llegó de Baal Salisá, trayendo al hombre de Dios el pan de las primicias, veinte panes de cebada y espigas nuevas en su alforja. Eliseo ordenó: "Dalo a las gentes para que coman". (II Reyes 4, 42)

  • El rey ordenó: "Id y averiguad dónde se encuentra y yo lo mandaré prender". Alguien le dijo: "Está en Dotán", (II Reyes 6, 13)

  • El centinela que estaba sobre la torre de Yezrael vio venir la tropa de Jehú y dijo: "Diviso una tropa". Jorán ordenó: "Toma un jinete y mándalo a su encuentro, y que pregunte si vienen en son de paz". (II Reyes 9, 17)

  • Entonces Jorán ordenó: "¡Engancha!". Le engancharon el carro, y Jorán, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, salieron cada uno en su propio carro al encuentro de Jehú. Se encontraron con él en la heredad de Nabot, el Yezraelita. (II Reyes 9, 21)

  • Él entró, y después de haber comido y bebido, ordenó: "Id a ver a esa maldita y sepultadla, porque es hija de reyes". (II Reyes 9, 34)

  • Vino delante un mensajero a notificar a Jehú: "Han traído las cabezas de los hijos del rey". Y él ordenó: "Ponedlas en dos montones a la entrada de la puerta hasta mañana por la mañana". (II Reyes 10, 8)

  • Entonces él ordenó: "Prendedlos vivos". Los prendieron vivos y los degollaron en la cisterna de Bet Equed. Eran cuarenta y dos hombres, y no quedó de ellos ni uno solo. (II Reyes 10, 14)

  • Y ordenó: "Promulgad una fiesta en honor de Baal". Y, en efecto, fue anunciada. (II Reyes 10, 20)

  • Jehú y Jonadab, hijo de Recab, entraron en el templo de Baal; Jehú ordenó a los adoradores de Baal: "Registrad y mirad para que no haya aquí con vosotros ninguno de los adoradores del Señor, sino únicamente adoradores de Baal". (II Reyes 10, 23)

  • Y cuando el holocausto estuvo terminado, Jehú ordenó a la escolta y a los oficiales: "¡Entrad, matadlos! Que no escape ni uno". Y los pasaron a espada, y llegaron hasta el lugar más santo del templo de Baal. (II Reyes 10, 25)

  • Y les ordenó lo siguiente: "Esto es lo que habéis de hacer: el tercio de vosotros que entra el sábado a hacer la guardia en el palacio real (II Reyes 11, 5)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina