Encontrados 1411 resultados para: Ner

  • Tus descendientes volverán acá a la cuarta generación, pues hasta entonces no se colmará la maldad de los amorreos". (Génesis 15, 16)

  • Saray dijo a Abrán: "Mira, el Señor me ha hecho estéril; llévate a mi esclava. Quizá yo pueda tener hijos por ella". Abrán escuchó a Saray. (Génesis 16, 2)

  • Yo establezco mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti de generación en generación. Un pacto perpetuo. Yo seré tu Dios y el de tu descendencia después de ti. (Génesis 17, 7)

  • A los ocho días de su nacimiento serán circuncidados todos los varones de cada generación, así como los esclavos nacidos en la casa o comprados por dinero a cualquier extranjero que no sea de tu raza. (Génesis 17, 12)

  • El esclavo nacido en la casa o comprado con dinero deberá ser circuncidado. Así mi pacto será en vuestra carne un pacto perpetuo. (Génesis 17, 13)

  • Yo la bendeciré y te haré tener de ella un hijo. Yo la bendeciré, y de ella nacerán pueblos y saldrán reyes". (Génesis 17, 16)

  • Abrahán tomó a Ismael, su hijo; a todos los esclavos nacidos en su casa, a los comprados con su dinero; a todos los varones que había en su casa, y aquel mismo día circuncidó la carne de su prepucio, como Dios le había ordenado. (Génesis 17, 23)

  • y todos los varones de su casa, los nacidos en ella y los comprados por dinero al extranjero. Todos fueron circuncidados con él. (Génesis 17, 27)

  • se postró en tierra y dijo: "Mi Señor, por favor; si he hallado gracia a tus ojos, no pases sin detenerte con tu siervo. (Génesis 18, 3)

  • Abrahán rezó a Dios, y Dios curó a Abimelec, a su mujer y a sus siervos para que de nuevo pudieran tener hijos; (Génesis 20, 17)

  • Abrahán alzó los ojos y vio a sus espaldas un carnero enredado por los cuernos en un matorral. Tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. (Génesis 22, 13)

  • y les habló de esta manera: "Si estáis de acuerdo en que yo sepulte a mi difunta, escuchadme: interceded por mí ante Efrón, el hijo de Sójar, (Génesis 23, 8)


“Quem te agita e te atormenta é o demônio.Quem te consola é Deus”! São Padre Pio de Pietrelcina