Encontrados 131 resultados para: nuestras

  • "No nos trates, le decían, según nuestras maldades, sino según tu misericordia". (I Macabeos 13, 46)

  • hallaremos toda clase de bienes preciosos, llenaremos nuestras casas con el botín; (Proverbios 1, 13)

  • Coro: Cacen a los zorros, a esos zorros pequeños que arrasan las viñas, ¡y nuestras viñas están en flor! (Cantar 2, 15)

  • Nuestro nombre será olvidado con el tiempo y nadie se acordará de nuestras obras; nuestra vida habrá pasado como una nube, sin dejar rastro, se disipará como la bruma, evaporada por los rayos del sol y agobiada por su calor. (Sabiduría 2, 4)

  • En sus manos estamos nosotros y nuestras palabras, y también todo el saber y la destreza para obrar. (Sabiduría 7, 16)

  • También es grande el recuerdo de Nehemías: él fue quien levantó nuestros muros en ruinas, el que puso puertas y cerrojos y reconstruyó nuestras casas. (Eclesiástico 49, 13)

  • Mira a Sión, la ciudad de nuestras fiestas, que tus ojos vean a Jerusalén, morada tranquila, carpa que no será desplazada, cuyas estacas no serán arrancadas y cuyas cuerdas no se romperán. (Isaías 33, 20)

  • Porque tú me salvaste, Señor, haremos resonar nuestras liras todos los días de nuestra vida junto a la Casa del Señor". (Isaías 38, 20)

  • Él creció como un retoño en su presencia, como una raíz que brota de una tierra árida, sin forma ni hermosura que atrajera nuestras miradas, sin un aspecto que pudiera agradarnos. (Isaías 53, 2)

  • Pero él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. (Isaías 53, 4)

  • Él fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la paz recayó sobre él y por sus heridas fuimos sanados. (Isaías 53, 5)

  • Porque son muchas nuestras rebeldías delante de ti y nuestros pecados atestiguan contra nosotros; sí, nuestras rebeldías nos acompañan y conocemos bien nuestras iniquidades: (Isaías 59, 12)


“É loucura fixar o olhar no que rapidamente passa”. São Padre Pio de Pietrelcina