Encontrados 131 resultados para: nuestras

  • ¡Por eso nuestros padres cayeron bajo la espada, y fueron llevados al cautiverio nuestros hijos, nuestras hijas y nuestras mujeres! (II Crónicas 29, 9)

  • y dije: "Dios mío, estoy tan avergonzado y confundido que no me atrevo a levantar mi rostro hacia ti. Porque nuestras iniquidades se han multiplicado hasta cubrirnos por completo, y nuestra culpa ha subido hasta el cielo. (Esdras 9, 6)

  • Desde los días de nuestros padres hasta hoy, nos hemos hecho muy culpables, y a causa de nuestras iniquidades, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes, fuimos entregados a los reyes extranjeros, a la espada, al cautiverio, al saqueo y a la vergüenza, como nos sucede en el día de hoy. (Esdras 9, 7)

  • Después de todo lo que nos ha sucedido por nuestras malas acciones y nuestra gran culpa -aunque tú, Dios nuestro, no has tenido en cuenta todo el alcance de nuestra iniquidad y nos has dejado estos sobrevivientes- (Esdras 9, 13)

  • Señor, Dios de Israel, porque tú eres justo, hemos sobrevivido como un resto. ¡Aquí estamos en tu presencia con nuestras culpas, a pesar de que en estas condiciones nadie puede comparecer delante de ti!". (Esdras 9, 15)

  • Ahora hagamos una alianza con nuestro Dios, comprometiéndonos a echar a todas nuestras mujeres extranjeras y a los hijos nacidos de ellas, conforme a tu consejo y al de aquellos que respetan el mandamiento de nuestro Dios. ¡Qué se cumpla lo que ordena la Ley! (Esdras 10, 3)

  • Sería mejor que nuestros jefes representen a toda la asamblea: todos los que, dentro de nuestras ciudades, se hayan casado con mujeres extranjeras, vendrán a presentarse en la fecha señalada, acompañados de los ancianos y de los jueces de cada ciudad, hasta que se haya alejado de nosotros la ira de nuestro Dios a causa de este asunto". (Esdras 10, 14)

  • Había algunos que decían: "Tenemos que entregar en prenda a nuestros hijos y nuestras hijas para conseguir trigo con qué comer y vivir". (Nehemías 5, 2)

  • Otros decían: "Tenemos que empeñar nuestros campos y nuestras viñas para obtener trigo en medio de la escasez". (Nehemías 5, 3)

  • Y había otros que decían: "Hemos tenido que hipotecar nuestros campos y nuestras viñas para pagar el tributo al rey. (Nehemías 5, 4)

  • Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, nuestros hijos son como los de ellos. Sin embargo, nosotros tenemos que someter a esclavitud a nuestros hijos y nuestras hijas, y algunas de nuestras hijas ya han sido sometidas. Y no podemos hacer nada, porque nuestros campos y nuestras viñas pertenecen a otros". (Nehemías 5, 5)

  • Sus abundantes productos son para los reyes que tú nos has impuesto a causa de nuestros pecados, y ellos disponen a su arbitrio de nuestras personas y nuestro ganado. ¡En qué opresión hemos caído!". (Nehemías 9, 37)


“Vive-se de fé, não de sonhos.” São Padre Pio de Pietrelcina