Encontrados 168 resultados para: llegaron

  • Llegaron entonces unas personas transportando a un paralítico sobre una camilla y buscaban el modo de entrar, para llevarlo ante Jesús. (Lucas 5, 18)

  • Después llegaron a la región de los gerasenos, que está situada frente a Galilea. (Lucas 8, 26)

  • En seguida la gente fue a ver lo que había sucedido. Cuando llegaron adonde estaba Jesús, vieron sentado a sus pies, vestido y en su sano juicio, al hombre del que habían salido los demonios, y se llenaron de temor. (Lucas 8, 35)

  • Cuando llegaron, les dijo: «Oren, para no caer en la tentación». (Lucas 22, 40)

  • Cuando llegaron al lugar llamado «del Cráneo», lo crucificaron junto con los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda. (Lucas 23, 33)

  • Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. (Lucas 24, 28)

  • En ese momento llegaron sus discípulos y quedaron sorprendidos al verlo hablar con una mujer. Sin embargo, ninguno le preguntó: «¿Qué quieres de ella?» o «¿Por qué hablas con ella?». (Juan 4, 27)

  • Cuando llegaron a él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, (Juan 19, 33)

  • Cuando llegaron a la ciudad, subieron a la sala donde solían reunirse. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago. (Hechos 1, 13)

  • Los Apóstoles, obedeciendo la orden, entraron en el Templo en las primeras horas del día, y se pusieron a enseñar. Entre tanto, llegaron el Sumo Sacerdote y sus partidarios, convocaron al Sanedrín y a todo el Senado del pueblo de Israel, y mandaron a buscarlos a la cárcel. (Hechos 5, 21)

  • Cuando llegaron los guardias a la prisión, no los encontraron. Entonces volvieron y dijeron: (Hechos 5, 22)

  • Cuando llegaron por segunda vez, José se dio a conocer a sus hermanos, y el mismo Faraón se enteró del origen de José. (Hechos 7, 13)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina