Encontrados 301 resultados para: fuera
El pobre no tenía nada, fuera de una sola oveja pequeña que había comprado. La iba criando, y ella crecía junto a él y a sus hijos: comía de su pan, bebía de su copa y dormía en su regazo. ¡Era para él como una hija! (II Samuel 12, 3)
te entregué la casa de tu señor y puse a sus mujeres en tus brazos; te di la casa de Israel y de Judá, y por si esto fuera poco, añadiría otro tanto y aún más. (II Samuel 12, 8)
Y al maldecirlo, decía: "¡Fuera, fuera, hombre sanguinario y canalla! (II Samuel 16, 7)
Pero Absalón, al que habíamos ungido para que fuera nuestro jefe, ha muerto en el combate. ¿Qué esperan entonces para traer de vuelta al rey?". (II Samuel 19, 11)
porque ¿quién es Dios fuera del Señor? ¿y quién es la Roca fuera de nuestro Dios? (II Samuel 22, 32)
Tres días después de mi parto, dio a luz también ella. Estábamos juntas; no había ningún extraño con nosotras en la casa, fuera de nosotras dos. (I Reyes 3, 18)
Y revistió de oro el suelo de la Casa, dentro y fuera del lugar santísimo. (I Reyes 6, 30)
Todas estas construcciones estaban hechas con piedras seleccionadas, talladas a medida, cortadas con la sierra tanto del lado interior como del exterior, y esto, desde los cimientos hasta las cornisas y, por fuera, hasta el patio grande. (I Reyes 7, 9)
El rey hizo que la plata fuera en Jerusalén tan común como las piedras, y que la madera de cedro fuera tan abundante como los sicómoros de la Sefelá. (I Reyes 10, 27)
Cuando todo Israel se enteró de que había vuelto Jeroboám, lo mandaron llamar a la asamblea y lo proclamaron rey de todo Israel. No hubo nadie que siguiera a la casa de David, fuera de la tribu de Judá. (I Reyes 12, 20)
En seguida llegaron dos malvados que se le sentaron enfrente y atestiguaron contra él diciendo: "Nabot ha maldecido a Dios y al rey". Entonces lo sacaron fuera de la ciudad y lo mataron a pedradas. (I Reyes 21, 13)
Eliseo respondió: "¡Por la vida del Señor de los ejércitos, a quien sirvo! Si no fuera por consideración a Josafat, rey de Judá, no te tendría en cuenta y ni siquiera te miraría. (II Reyes 3, 14)