Encontrados 110 resultados para: castigo divino

  • Un mismo castigo hería al esclavo y al dueño, el hombre del pueblo sufría lo mismo que el rey. (Sabiduría 18, 11)

  • Él venció la animosidad divina, no con la fuerza del cuerpo ni con el poder de las armas, sino que, por medio de la palabra, hizo entrar en razón al que infligía el castigo, recordándole las alianzas y los juramentos hechos a los Padres. (Sabiduría 18, 22)

  • La fuerza de las cosas los arrastraba con toda justicia a ese extremo y les hacía olvidar lo que había sucedido, para que terminaran de sufrir el castigo que aún faltaba a sus tormentos: (Sabiduría 19, 4)

  • las llamas, por el contrario, no consumían la carne de los seres corruptibles que pasaban por ellas, ni tampoco derretían aquel alimento divino, parecido a la escarcha y tan fácil de disolverse. (Sabiduría 19, 21)

  • No tardes en volver al Señor, dejando pasar un día tras otro, porque la ira del Señor irrumpirá súbitamente y perecerás en el momento del castigo. (Eclesiástico 5, 7)

  • Sé profundamente humilde, porque fuego y gusanos son el castigo del impío. (Eclesiástico 7, 17)

  • No dejó sin castigo a la ciudad donde vivía Lot, a los que abominaba a causa de su orgullo. (Eclesiástico 16, 8)

  • Recuerda la ira de los últimos días y el tiempo del castigo, cuando el Señor apartará su rostro. (Eclesiástico 18, 24)

  • Música en un duelo son las palabras inoportunas, pero el castigo y la disciplina son sabiduría en todo tiempo. (Eclesiástico 22, 6)

  • Ella será llevada a la asamblea y el castigo recaerá sobre sus hijos. (Eclesiástico 23, 24)

  • Sarcasmos e insultos son propios de los soberbios, pero el castigo los acecha como un león. (Eclesiástico 27, 28)

  • Un hombre inteligente confía en la Ley y le tiene tanta fe como a un oráculo divino. (Eclesiástico 33, 3)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina