Encontrados 2234 resultados para: Ese

  • En efecto, la palabra de Dios es viva y eficaz, más penetrante que espada de doble filo, y penetra hasta donde se dividen el alma y el espíritu, los huesos y los tuétanos, haciendo un discernimiento de los deseos y los pensamientos más íntimos. (Carta a los Hebreos 4, 12)

  • Todo sumo sacerdote es tomado de entre los hombres, y le piden representarlos ante Dios y presentar sus ofrendas y víctimas por el pecado. (Carta a los Hebreos 5, 1)

  • En los días de su vida mortal, presentó ruegos y súplicas a aquel que podía salvarlo de la muerte; este fue su sacrificio, con grandes clamores y lágrimas, y fue escuchado por su religiosa sumisión. (Carta a los Hebreos 5, 7)

  • Solamente deseamos que cada uno demuestre hasta el fin el mismo interés por alcanzar lo que han esperado. (Carta a los Hebreos 6, 11)

  • En el primer caso, los hijos de Leví que cobran el diezmo son hombres que mueren; en cambio, Melquisedec es presentado como el que vive. (Carta a los Hebreos 7, 8)

  • Todo sumo sacerdote es instituido para presentar a Dios ofrendas y sacrificios y, por tanto, Jesús tiene que ofrecer algún sacrificio. (Carta a los Hebreos 8, 3)

  • Todo eso contiene una enseñanza para el tiempo presente: las ofrendas y sacrificios que se presentan a Dios no pueden llevar a la perfección interior a quienes los ofrecen. (Carta a los Hebreos 9, 9)

  • él nos abrió ese camino nuevo y vivo a través de la cortina, es decir, su carne. (Carta a los Hebreos 10, 20)

  • Por la fe los padres del recién nacido Moisés lo escondieron durante tres meses, pues vieron que el niño era muy hermoso, y no temieron el decreto del rey. (Carta a los Hebreos 11, 23)

  • Nuestros padres nos corregían sin ver más allá de la vida presente, tan corta, mientras que El mira a lo que nos ayudará a alcanzar su propia santidad. (Carta a los Hebreos 12, 10)

  • Procuren estar en paz con todos y progresen en la santidad, pues sin ella nadie verá al Señor. (Carta a los Hebreos 12, 14)

  • Cuidado, pues, de hacerse los sordos con el que habla. Pues si no se salvaron en aquel tiempo los que desoyeron las palabras del profeta en la tierra, menos todavía nosotros si nos desentendemos del que habla desde los cielos. (Carta a los Hebreos 12, 25)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina