Encontrados 2234 resultados para: Ese

  • no tendrán cariño ni sabrán perdonar; serán calumniadores, desenfrenados, crueles, enemigos del bien, (2º Carta a Timoteo 3, 3)

  • Pero no irán muy lejos, pues su locura será desenmascarada a la vista de todos, como les pasó a aquéllos. (2º Carta a Timoteo 3, 9)

  • La primera vez que presenté mi defensa, nadie estuvo a mi lado, todos me abandonaron. ¡Que Dios no se lo tenga en cuenta! (2º Carta a Timoteo 4, 16)

  • El habló con toda claridad en el tiempo fijado, y ese es el mensaje que me ha sido encargado por decisión de Dios, nuestro Salvador. (Carta a Tito 1, 3)

  • nos enseña a rechazar la vida sin Dios y las codicias mundanas, y viviendo en el mundo presente como seres responsables, justos y que sirven a Dios. (Carta a Tito 2, 12)

  • que se entregó por nosotros para rescatarnos de todo pecado y purificar a un pueblo que fuese suyo, dedicado a toda obra buena. (Carta a Tito 2, 14)

  • Pues también nosotros fuimos de esos que no piensan y viven sin disciplina: andábamos descarriados, esclavos de nuestros deseos, buscando siempre el placer. Vivíamos en la malicia y la envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros. (Carta a Tito 3, 3)

  • Y que los nuestros aprendan a moverse apenas se presente alguna necesidad, en vez de quedarse como unos inútiles. (Carta a Tito 3, 14)

  • Hubiera deseado retenerlo a mi lado, para que me sirviera en tu lugar, mientras estoy preso por el Evangelio. (Carta a Filemon 1, 13)

  • Más bien anímense mutuamente cada día, mientras dura ese hoy; que ninguno de ustedes se deje arrastrar por el pecado y llegue a endurecerse. (Carta a los Hebreos 3, 13)

  • y el que entre en ese descanso descansará de todos sus trabajos, como lo hizo Dios. (Carta a los Hebreos 4, 10)

  • Esforcémonos, pues, para entrar en ese descanso, y que nadie merezca, por su falta de fe, el castigo de que hablamos. (Carta a los Hebreos 4, 11)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina