38. El león ha dejado su guarida, y la tierra se ha convertido en un desierto, bajo los golpes de la espada destructora.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina