11. Hiram, rey de Tiro, había proporcionado a Salomón madera de cedro y de ciprés y todo el oro que necesitó. Al cabo de ese tiempo, Salomón le dio veinte pueblos en la tierra de Galilea.





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina