1. Salmo de David Señor, escucha mi oración, presta oídos a mis súplicas; por tu fidelidad y tu justicia, respóndeme.

2. No entables juicio contra mí, pues ante ti ningún viviente es justo.

3. Mis enemigos me atacan y me arrastran por el suelo, me encierran en estancias tenebrosas, como a aquellos que murieron hace tiempo.

4. Se me apaga el aliento y dentro el corazón se me consume.

5. Me acuerdo de los tiempos pasados, medito en tus acciones y reflexiono en las obras de tus manos,

6. tiendo mis manos hacia ti; sediento estoy de ti como una tierra seca.

7. Date prisa, Señor, respóndeme, que me falta el aliento; no me escondas tu rostro, como a los que bajan a la tumba.

8. Hazme sentir tu amor por la mañana, pues confío en ti; enséñame el camino que tengo que seguir, pues me dirijo a ti;

9. líbrame, Señor, de mis enemigos, pues me cobijo en ti;

10. enséñame a cumplir tu voluntad, pues tú eres mi Dios; tu espíritu bueno me conduzca por una tierra llana.

11. Por amor a tu nombre, Señor, dame la vida; porque haces justicia, sácame de este aprieto;

12. por tu amor, aniquila a mis enemigos, destruye a mis opresores, pues yo soy tu siervo.





“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina