16. El Señor ruge desde Sión, hace oír su voz desde Jerusalén, y el cielo y la tierra se estremecen. Pero el Señor será un refugio para su pueblo, una fortaleza para los israelitas.





“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina