Joel, 4
16. El Señor ruge desde Sión, hace oír su voz desde Jerusalén, y el cielo y la tierra se estremecen. Pero el Señor será un refugio para su pueblo, una fortaleza para los israelitas.
16. El Señor ruge desde Sión, hace oír su voz desde Jerusalén, y el cielo y la tierra se estremecen. Pero el Señor será un refugio para su pueblo, una fortaleza para los israelitas.
“Peçamos a São José o dom da perseverança até o final”. São Padre Pio de Pietrelcina