Habacuc, 1
9. Todos vienen para saquear; el ardor de su cara es como el viento del este, amontonan cautivos como arena.
9. Todos vienen para saquear; el ardor de su cara es como el viento del este, amontonan cautivos como arena.
En el Capítulo 1 del Libro de Habacuc, el Profeta lamenta ante Dios la opresión y la violencia que ve a su alrededor. Él pregunta por qué Dios permite que prevalezca el mal y por qué no interviene. Dios responde que usará babilonios como un instrumento de juicio contra la iniquidad de Judá. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas tratados en Habacuque 1:
Proverbios 21:13: "Quien cierra los oídos al grito de los pobres llorará y no será escuchado". Este versículo habla sobre la importancia de escuchar y ayudar a los necesitados. Esto se relaciona con el tema de Habacuc 1 porque el Profeta llora a Dios en nombre de la gente que sufre, y se pregunta por qué no se cumplen sus oraciones.
Isaías 5:20: "¡Ay del mal para llamar bien, y bien, malvado; que hacen que la oscuridad sea ligera y ligera, oscuridad; que son amargo dulce y dulce, amargo!" Este versículo habla sobre la inversión de valores y la distorsión de la verdad. Esto se relaciona con el tema de Habacuc 1 porque el Profeta está perplejo a la aparente inconsistencia de Dios, que permite el mal y la injusticia.
Ezequiel 7:23: "Hágales un estiércol de estiércol en lugar de diadema; se extiende sobre ellos su inmundicia". Este versículo habla sobre el castigo divino por la corrupción y la impureza. Esto se relaciona con el tema de Habacuc 1 porque Dios anuncia que juzgará al pueblo de Judá por su iniquidad y pecado.
Jeremías 12:1: "Eres justo, Señor, cuando presento mi causa delante de ti. Sin embargo, me gustaría discutir contigo sobre tu justicia. ¿Por qué hacer el camino de los malvados prosperar? ¿Por qué todos los traidores viven sin problemas? " Este versículo habla sobre cuestionamiento humano ante el misterio de la justicia divina. Esto se relaciona con el tema de Habacuc 1 porque el Profeta se pregunta por qué Dios permite la impunidad de los opresores y la desgracia de los inocentes.
Salmo 73:2-3: "Pero casi me topé y cayó, casi perdí el equilibrio, porque estaba envidiando a los orgullosos, al ver la prosperidad de estos malvados". Estos versículos hablan sobre la tentación de envidiar la aparente prosperidad de lo injusto. Esto está relacionado con el tema de Habacuc 1 porque el Profeta admite su dificultad para comprender por qué Dios permite que los opresores triunfan mientras los justos sufren.
“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina
