1. Entonces gritó a mis oídos con voz fuerte: «¡Se acercan los castigos de la ciudad, cada uno con su azote en la mano!»





“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina