2. A un tercio le prenderás fuego en medio de la ciudad, al cumplirse los días del asedio. El otro tercio lo tomarás y lo cortarás con la espada todo alrededor de la ciudad. El último tercio lo espacirás al viento, y yo desenvainaré la espada detrás de ellos.





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina